El área de Desarrollo Humano de Bienestar Universitario realizó el 27 de mayo de 2021 el Taller-Conferencia “Conversando con la Ansiedad”, actividad que está inmersa en la programación del Sistema de Atención Integral para el Estudiante S.A.I.E., por medio de la plataforma Zoom.
La actividad, contó con la moderación de las psicólogas Gloria Calderón Calderón y Fabiola Pión Navarro, coordinadoras del área de Desarrollo Humano, y, la presencia del facilitador invitado, el psicólogo Harold Hernández con su presentación “Conversando con la Ansiedad”.
En primer lugar, el psicólogo Harold Hernández, inició señalando que todos hemos sufrido en algún momento de nuestras vidas un trastorno psicológico o tenemos un familiar o conocido padeciéndolo por ello cobra importancia el saber cómo afrontar una situación adversa en nuestro entorno o ser punto de apoyo de nuestros familiares, máxime, en este contexto tan cambiante de la pandemia.
Para Hernández, el sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico).
Por ello, nacen los conceptos de la Ansiedad Adaptativa y la Ansiedad Desadaptativa. La primera, la ansiedad adaptativa o no patológica es una sensación o un estado emocional normal ante determinadas situaciones y constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones cotidianas estresantes. Por lo tanto, cierto grado de ansiedad es incluso deseable para el manejo normal de las exigencias o demandas del medio ambiente.
Únicamente cuando sobrepasa cierta intensidad - desequilibrio de los sistemas de respuesta normal de ansiedad - o se supera la capacidad adaptativa entre el individuo y el medio ambiente, es cuando la ansiedad se convierte en patológica, provocando un malestar significativo, con síntomas físicos, psicológicos y conductuales se llama Ansiedad Desadaptativa o patológica.
En tono serio, el expositor opinó que quien padece de ansiedad patológica tiene un problema serio pues no basta con darle una palmadita en el hombro y decirle que todo va a estar bien, aunque esto ayude. Salir de ese estado requiere mucho más que buena voluntad.
Lo primero, para comenzar a desenredar el hilo, se debe saber si lo que uno tiene se puede catalogar como ansiedad patológica. Para saberlo, se debe examinar si esa tensión que se experimenta cumple con las siguientes características: frecuencia e intensidad; respuesta; experiencia del sufrimiento; y funcionalidad.
En función de esto, se deben analizar los síntomas característicos más comunes como nerviosismo, agitación, pánico, hiperventilación, sudoración, temblores sensación de debilidad o cansancio problemas para concentrarse, llegando hasta problemas gastrointestinales.
En el concepto de Hernández, el gran problema está en no ser conscientes de que hay situaciones y momentos más allá de nuestra comprensión y control, por lo tanto, saber ‘renunciar’ en el buen sentido de la palabra a entender y controlar todo lo que pasa alrededor, dejar de pensar en que el pasado fue mejor, e identificar creencias limitantes arraigadas que no nos dejan avanzar como seres humanos ni como profesionales.
De otro lado, el expositor afrontó el tema de la Ansiedad en tiempo de pandemia, espetando que en este este contexto llenamos nuestros tiempos y espacios con actividades y no nos damos tiempo para nosotros mismos, para hacer contacto con nuestro ser interior. Y cuando llega este momento de recogimiento, de limitación al afuera, se ha visto que muy frecuentemente, asusta o da miedo el solo hecho de pensar que no se saldrá de casa, que no se podrá hacer todo lo que hacía con anterioridad. Es en ese momento cuando uno se detiene a revisar lo que piensa, siente o recuerda de su vida.
La mayoría de los pacientes en consulta reportan y que lo expresan como: Sentimiento de soledad, tener miedo a enfermarse, y esto se agrava si algún familiar o amigo pasa por esta situación o incluso fallece por este virus. El recuento del pasado donde nos vemos avocados a recordar errores cometidos en el transcurso de la vida que no han sido sanados, entre otros.
Otros en cambio, ven las cosas desde otra perspectiva, sus pensamientos giran en torno a querer estar sano, planear lo que desea en un futuro, después de salir de esto. A retomar esa actividades que se dejaron y volver a la rutina de antes. Ahora la vida te da esa oportunidad, no trates de tapar tu sentir con tanta actividad, o escapar de ti mismo, ahora es tiempo de reencontrarte, de reencontrarte contigo mismo (a). Esa es la actitud que debe prevalecer para salir adelante y tener la paz interior que se reflejará en nuestro exterior.
Para finalizar, el expositor practicó, en conjunto con los asistentes, un ejercicio de relación y meditación para aprender, poco a poco, a controlar, nuestras emociones con la respiración, para luego ofrecer un espacio de preguntas y respuestas en torno a la temática donde sobresalieron los ataques de pánico, la soledad, el consumo de alcohol de personas conocidas como casos cercanos y recomendaciones para su apoyo y acompañamiento.