El área de Cultura de Bienestar Universitario, a través del Cineclub Unilibrista llevó a cabo el 6 de octubre de 2021 su ciclo de largometrajes que narran la vida de personajes con problemas psicosociales, en esta ocasión, se estuvo presentado el filme “We Need To Talk About Kevin”, por medio de la plataforma Zoom.
La actividad, orientada y dirigida por Kathy Liñán Ching, coordinadora del Cineclub, tiene como objetivo exponer y reflexionar sobre diversas problemáticas contemporáneas a nivel mundial plasmadas a través de las cámaras. Es de destacar que a la cita respondió un numeroso grupo de estudiantes, docentes, egresados y personal administrativo.
En esta ocasión se escogió a la película denominada “We Need To Talk About Kevin”, de la directora escocesa Lynne Ramsay, quien se basa en la novela de éxito escrita por Lionel Shriver. En el filme, protagonizado por Tilda Swinton (La Playa, Narnia, Constantine) se narra la vida de Eva Khatchadourian, una bella mujer, muy culta y cosmopolita, que se dedica con gran éxito a ser escritora de guías de viaje.
Ya en su etapa de madurez, se enamora perdidamente y se casa, finalmente quedando embarazada de forma no deseada, abriendo la caja de pandora que vendría posteriormente. Inmediatamente después del parto, todo empieza a ir mal con Kevin pues Eva no se siente capaz de lidiarla, siempre con la idea en la mente de que no está preparada para la maternidad.
Por otro lado, la actitud de su hijo, a medida que va creciendo, tampoco ayuda a que la relación que se establece entre ambos sea buena. Kevin parece haber desarrollado desde pequeño una personalidad extremadamente manipuladora y sociópata. En la película, se van desarrollando episodios cada vez más escabrosos y sangrientos donde resultan asesinados a manos de Kevin, pero se centra en la búsqueda incansable de una madre por saber qué hizo mal con la crianza de su hijo para que se tornara en una persona fría, sádica y perversa.
‘Tenemos que hablar de Kevin’ se anima a cuestionar, finalmente, esa inocencia innata que se presume albergamos todos a la vez que nos revela, desde su óptima, que lejos de influencias externas, educación, falta de cariño o comprensión, existen seres humanos que pueden contener mucha maldad por naturaleza o, al menos, estar trastornadas desde su nacimiento.
La película trata dicha negación, bajo el presupuesto e que ningún padre quiere creer que su hijo sea así, nadie acepta que un niño pueda albergar tamaña maldad. Este autoengaño se produce en ambos progenitores, pero más aún en el padre, a quien el hijo manipula para que crea que es bueno y que todo son imaginaciones de la madre. Pero el punto no es una falla en la paternidad, sino analizar la abnegación hasta el límite aun cuando se demuestra que el niño nació rebosante de maldad.
Al final, el largometraje no acusa a la madre, pero su subraya cómo la sociedad sí lo hace. Pero, si de algo tiene culpa Eva es de no haber sido más severa o más drástica con Kevin, a su vez, tampoco buscó para intervenir en su vida y educación poniéndolo en manos de otras personas, más expertas en ese tipo de problemas.