La Universidad Libre Seccional Barranquilla, por medio del programa de Bacteriología y su Semillero de Salud Ambiental, brindó el 9 de septiembre de 2020 la II Jornada Internacional de Actualización en Salud y Toxicología Ambiental por medio de la Plataforma Microsoft Teams.
El evento académico, destinado a la comunidad académica regional y nacional, contó con la presencia de las autoridades académicas de la institución en cabeza del Dr. Salvador Rada Jiménez, Rector Seccional; la Dra. Luciana Hernández Maldonado, Decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, la Dra. María Carolina Parada Cervantes, Directora del Programa de Bacteriología, así como los ponentes internacionales invitados, la Dra. María Del Carmen Gastañaga Ruiz; el Dr. Orlando Manuel Felicita Nato Ph.D; el Dr. Daniel Alejandro Medina Salas Ph.D; el Dr. André Alberto Weber Ph.D.
Durante la instalación del evento las autoridades académicas expresaron la pertinencia de este tipo de eventos para crear la conciencia sobre la salud y los factores toxicológicos que nos rodean en el ambiente. Así mismo, agradecieron todos los conocimientos, investigaciones, avances y prácticas sobre ello de la mano de renombrados científicos investigadores que se interesan sobre las prácticas industriales que impactan fuertemente sobre la población adyacente en cada uno de sus países.
En la misma vía, consideraron muy pertinente conocer estos conocimientos en torno al cuidado ambiental para poder replicarlo en el ambiente local y nacional con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de todos. Seguidamente, agradecieron la gran respuesta de la comunidad académica al llamado para conocer de primera mano, a través de ponentes de talla nacional e internacional, los estudios y avances en torno a la salud y la toxicología ambiental.
Iniciando el ciclo de ponencias se presentó la Dra. Liliana Carranza, Ph.D., bacterióloga, Magister en Toxicología y Doctora en Toxicología Ambiental, con su ponencia denominada “Impactos de la exposición a metal pesado Mercurio en el Caribe colombiano”.
La Dra. Carranza realizó una introducción señalando los diversos usos que ha tenido el mercurio a nivel histórico hasta aterrizarlo en el contexto colombiano, específicamente en las poblaciones que conviven con la minería de oro en varias poblaciones del departamento de Bolívar. Carranza evidenció que la exposición al elemento mientras se realiza la extracción y el ‘lavado’ en las pailas para conseguir el oro, donde impacta en las vías respiratorias y a nivel de la piel con todos los efectos que se vienen documentando derivados de ello.
Una de las cosas que más preocupa a la comunidad es que este elemento cuando es calentado en el proceso del oro se liberado al ambiente contaminando la tierra, el aire y, principalmente, los ríos donde se afecta la cadena trófica generando peces con grandes cantidades de este metal pesado que son la principal fuente de alimentación de las comunidades ribereñas en el caribe colombiano.
Las consecuencias de la exposición o su ingesta son variadas, pero está documentado que afectan el desarrollo neuronal, generan problemas cardíacos, y en la gran mayoría de órganos vitales. Tristemente, hacen mayores efectos en las mujeres embarazadas produciendo abortos, deformidades en el recién nacido, y los subsecuentes problemas neuropsicomotores.
Más adelante, intervino el Dr. Orlando Manuel Felicita Nato, Ingeniero Químico ecuatoriano, Magister en Salud con enfoque de Ecosistemas, actualmente candidato a Doctor (Phd) en Salud Colectiva, Ambiente y Sociedad, así mismo, funge como docente en la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito, Ecuador y su ponencia se denominó “Los Agrotóxicos y sus impactos en la salud humana y de los ecosistemas”.
En un principio, el Dr. Felicita narró los inicios del uso de los Agrotóxicos en la agricultura desde que se tiene datos resaltando el uso del azufre, arsénico, el jabón, los primeros pesticidas, el sulfato de cobre, el polvo de mercurio entre otros. Este uso desmedido viene causando impacto a la salud y entre sus efectos más ‘benévolos’ están las náuseas, el vómito, la diarrea.
Otras con mayor impacto en la salud, prosiguió Felicita, son la dificultad al respirar, las convulsiones, edemas en la piel, pasando a otras de altísimo impacto como las hemorragias, los paros respiratorios, la insuficiencia renal, perforaciones en la córnea y, hasta el cáncer en sus diferentes tipos y malformaciones en los recién nacidos, llegando a los abortos.
El conferencista también señaló que a pesar de todos los efectos demostrados en la región andina se ha aumentado el uso de estos Agrotóxicos puesto que no hay regulaciones estrictas que controlen el uso indiscriminado sobre la población con sobrevuelos, propagación en suelos y fuentes de agua causando un impacto negativo sobre las poblaciones cercanas a los sitios de fumigación. A pesar que convenios como el Rotterdam y Estocolmo señalan la restricción o prohibición de varios de ellos, el lobby de algunas poderosas multinacionales, ha hecho que diversos países permitan subrepticiamente el uso ‘contralado’ de estas sustancias aún con todas las evidencias en contra de su uso.
En otro aparte, dio lugar la intervención del Dr. Daniel Alejandro Medina Salas Ph.D. quien es Ingeniero en Biotecnología Molecular chileno, Magister en Ciencias Biológicas; y Doctor en Biotecnología, quien, a su vez, labora como docente en la Universidad San Sebastián, en Puerto Montt, Chile. El Dr. Medina presentó la conferencia titulada “Caracterización Microbiológica Ambiental utilizando información Genómica”.
Para dar inicio a su ponencia el Dr. Medina expresó que la base de su estudio es analizar qué tipo de microorganismos tiene nuestro cuerpo cuando estamos sanos sin ningún tipo de enfermedad, de la misma manera, cuando un ecosistema se encuentra sin alteraciones y su cadena trófica no sufre ningún cambio significativo, alterando el paradigma de siempre investigar solo cuando estamos enfermos.
Ese punto de partido dio pie al inicio de su investigación sobre la salud de los ambientes en la zona de Puerto Montt, Chile, dando rienda suelta a la aplicación de la metagenómica que se traduce en el estudio del material genético, el cual es obtenido directamente de muestras ambientales, generalmente de una comunidad mixta de organismos.
El gran objetivo de su investigación es utilizar los microorganismos como bioindicadores de la condición sanitaria, exhibiendo claramente los patógenos que afectan la salud humana y animal, evaluar la presencia de elementos genómicos potencialmente perjudiciales para la salud con el fin de intervenir a tiempo. De igual manera, también se pueden explorar y utilizar las características ecológicas y biotecnológicas de microorganismos potencialmente benéficos, en reuniendo todos estos datos poder describir el estado sanitario medioambiental.
Continuando con el ciclo de ponencias se presentó el Dr. André Alberto Weber Ph.D. quien es Biólogo brasilero, con Magister en Zoología de Vertebrados; es Doctor Biología Celular y cuenta con un Postdoctorado en Ecotoxicología y otro en Farmacología. El Dr. Weber actualmente es docente en la Universidad de California, San Diego en Estados Unidos, quien presentó su ponencia llamada “Tóxicos Ambientales y Enfermedades Hepáticas”.
Para dar inicio a su disertación el Dr. Weber dejó en claro a todos los asistentes que los tóxicos ambientales son las sustancias introducidas en el medio ambiente que causan un efecto en los seres vivos y en el medio ambiente, o que si bien no causan un efecto directo tienen la capacidad potencial de causarlo. Muchos de ellos tienen la característica de su alta permanencia o persistencia y de transmitirse a través de la cadena trófica hasta llegar a nosotros.
Weber añadió que los principales tóxicos a nivel mundial son las baterías de plomo-ácido. Que están compuestas de ácido sulfúrico y placas de plomo, los productos de la minería, los desechos del carbón, el mercurio del oro, los derivados de la fundición de plomo, los plaguicidas, el arsénico y las aguas residuales industriales. Todos estos elementos tienes algo en común: atacan al hígado como a ningún otro órgano vital generando graves destrozos en la calidad de vida de la persona.
Dentro de las enfermedades de más alto impacto derivadas de su contacto están Necrosis celular, Hepatitis, Colestasis, Lesiones vasculares y resaltando sobre todas están las hepatitis agudas, que pueden resultar en fallo hepático. En algunos casos, puede llegar a ser necesario el trasplante hepático. También hay que incluir a la hepatitis crónica generando la inflamación y la necrosis hepática durante más de seis llevando casi siempre a un curso progresivo hasta desembocar en una cirrosis con todas las graves consecuencias que ello acarrea.
Por otro lado, se presentó la Dra. María del Carmen Gastañaga Ruiz, ponente peruana, quien es Médico, especialista en Salud Ambiental y Toxicología Ambiental; Magister y especialista en Consultoría Ambiental, además de ser docente universitaria sobre temas Ambientales y Ocupacionales en el Perú. La Dra. Gastañaga brindó la ponencia denominada “Actividad Minera en el Perú y exposición a Metales Pesados”.
Inicialmente, la Dra. Gastañaga explicó los diversos factores ambientales que generan un riesgo para la salud entre ellos resaltan la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta, que contribuyen a más de 100 enfermedades o traumatismos.
Pero en este caso, Gastañaga ahondó en los factores antropogénicos, o derivado de la actividad del hombre, como la explotación minera, en el caso del Perú, así mismo como la fabricación de pigmentos, extracción de hidrocarburos, la combustión del carbón y la quema de residuos, entre otros, que producen vertimiento de metales pesados en el medioambiente.
Dentro de sus investigaciones detectaron una gran cantidad de metales pesados en muestras de sangre de las comunidades ancestrales que están adyacentes a la actividad minera o de explotación de hidrocarburos, destacando como principal vía la contaminación de las fuentes de agua produciendo en los afectados problemas en la piel, en las vías aéreas, trastornos cardíacos, efectos neurodegenerativos, y en embarazadas, abortos, mutaciones o deformidades en el feto y el recién nacido. Es entonces, cuando se hace un llamado al gobierno para iniciar una regulación más estricta sobre el uso y la disposición finales de los metales pesados y las aguas residuales con el ánimo de evitar mayores impactos en la salud de estas poblaciones y en el medio ambiente circunvecino a las fábricas y sectores dedicados a la minería.
Por último, intervino la Ing. Lina Lucia Berthel, quien es Ingeniera de Alimentos de la Universidad de Cartagena, doctorante en Ingeniería en la misma institución, quien denominó su exposición “Impacto Ambiental y Toxicológico de las Mascarillas Desechables”.
Para el concepto de la lng. Berthel la pandemia por el COVID-19 y las subsecuentes medidas de bioseguridad, encabezadas por el uso obligatorio del tapabocas desembocó en una demanda sin precedente de este elemento de protección personal a escala global pero detrás de esto no ha existido una política clara de disposición final, que como resultante termino contaminando los diversos ecosistemas del planeta.
El campo de investigación de Berthel plantea conocer cuáles son los efectos de las micropartículas que se desprenden de los tapabocas con el ánimo de prevenir, controlar y mitigar el efecto de estos en los humanos y demás seres que componen nuestro ecosistema.
En primer lugar, reveló la ponente, los materiales que los componen son derivados del petróleo en forma de polímeros como el polipropileno, polietileno, poliestireno, poliuretanos son poco biodegradables y contaminan en gran medida los ambientes donde realizan su acción. La intromisión de nanopartículas en la cadena trófica hace que los efectos toxicológicos vayan aumentando hasta llegar a los animales grandes y el ser humano, un ejemplo que dejó aterrado a los asistentes fue que cada tapabocas podría expeler hasta 173 mil fibras con efectos en los animales como alteraciones bioquímicas en el sistema reproductivo, el aumento de la mortalidad, la reducción en la actividad alimentaria, así como alteraciones del sistema digestivo y el metabolismo.
La propuesta que se tienen dentro de los grupos de investigación locales, en consonancia con estudios a nivel internacional, es la implementación de mascarillas con materiales no dañinos que a través de varios procesos industriales puedan realizar las mismas funciones de protección. Dentro de estos materiales están en el gluten, la microfibra de carbón, algodón y, la propuesta que se impone en Vietnam a base de café que ha tenido una gran acogida en el público ecoamigable.